Después de tres días de competición, la V edición del la Clásica Cantabria Infinita puso punto final con la especial disputada en Peña Cabarga y posteriormente la llegada a la céntrica Plaza de la Porticada de Santander.
La dureza de la prueba no se ha visto reflejada en las mecánicas de los vehículos participantes, ya que todos los que tomaban la salida lograban llegar a mediodía de ayer a la Plaza Porticada, faltando únicamente un equipo que tuvo que abandonar en la jornada del sábado por un problema familiar y los portugueses hermanos Almeida que sufrían un problema en la caja de cambios de su Porsche 911 y tenían que abandonar. El resto, todos lograban concluir esta cita, lo que da una idea del excelente mantenimiento y puesta a punto que tienen los vehículos participantes y el cariño con el que sus propietarios cuidan estos vehículos.
Después de las tres etapas que totalizaron 959 kilómetros, de los que 610 fueron los que se disputaron bajo el crono en 25 especiales diferentes, la victoria fue para el equipo compuesto por Manuel Macho, padre e hijo que con su Porsche 911 totalizaron 107,4 puntos, acompañándoles en el podio Germán Núñez y Andikoetxea con el VW Golf GTI con 170,2 puntos y Foronda-Rodas que sumaron 262.6 puntos.