El equipo formado por Javier Trueba y Antonio Portilla, a bordo de su habitual Peugeot 309 GR de 1989, comenzaron de forma inmejorable su andadura en la Copa de Escuderías 2018 al inscribir su nombre en el palmarés de vencedores de la Clásica Valle de Piélagos. Alrededor de 50 vehículos clásicos disputaron con base en Puente Arce la primera cita de las ocho que en esta temporada componen el calendario del certamen. La climatología fue perfecta a lo largo de toda la jornada, y como de costumbre, tanto la Bolera Cubierta de Puente Arce, como el aparcamiento de los Salones Oxford, constituyeron el centro neurálgico de la clásica, organizada por todo el equipo de la Escudería Valle de Piélagos.
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Foto: Fos
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